lunes, 30 de julio de 2012

Nada de Janne Teller






NADA
de Janne Teller
Editorial Seix Barral 


Lo primero que me vino a la cabeza al oír hablar del libro fue otro, El Señor de las moscas, pero al tenerlo en mis manos, lo descarté. Nada se centra en la adolescencia. No tratan de lo mismo. Este está escrito, además, desde ella. La autora dice haberse retrotraído a sus 14 años, al periodo en el que comienzan las grandes preguntas (después parece que muchos las dejan de lado ¿supervivencia?). Golding se sitúa fuera de las edades para mirarnos como seres sociales enfrentados a la Naturaleza (exterior e interior)

            No sé si todos recordamos ese complicado periodo y la persona que fuimos. Yo sí (y no quisiera volver de ninguna manera). Entonces cayeron en mis manos Kafka y su escarabajo panza arriba, Camus y su extranjero ajeno a todo, Sartre y su náusea y Becket. Nada tuvo más impacto en mí, que la imagen de Malone cambiando las piedras de bolsillo a medida que las iba chupando. Porque nada tenía sentido. Esperar a Godot, Sin, Final de partida, todo era inútil, no valía para nada. Y sí, estoy de acuerdo con la autora, yo también creo que a esa edad necesitan, “tienen que buscar sentido a sus vidas como base de las decisiones que van a tomar cuando opten por un camino u otro”.
            Estamos hablando, claro está, de niños de clases medias occidentales; a fin de cuentas el libro viene del Norte, de Dinamarca. Así su estilo frío, práctico, conciso, su ceñirse a lo planteado sin salirse del tema. Práctico, eficaz. Hay otros adolescentes, pero no están en este libro. Estudian un séptimo de allí, lo que viene a ser un primero o segundo de nuestra ESO.
El punto de partida es sencillo.  Pierre Anthon se sube a un árbol del que no piensa bajar porque nada importa y sus compañeros intentan convencerle, a través de unos actos consensuado, de que no es así. ¿Son perversos los jóvenes? ¿Es la perversa Jane Teller? No me lo parece. A medida que avanza la novela, gana en intensidad, la importancia de los sacrificios que se van exigiendo unos a otros va in crescendo y sigue una lógica aplastante. El egoísmo y el rencor se mezclan con la solidaridad (adhesión circunstancial a la causa o la empresa de otro), valor ni bueno ni positivo per se. Porque solidaria es su empresa frente a nuestro joven rampante cuasi existencialista, nuestro incómodo vocero de lo que nadie quiere oír. Es por él que se manifiesta esa necesidad que empieza a formularse acuciantemente a esa edad y que puede ser recurrente toda la vida o puede resultar, incluso, mortal. Por y para un@ mism@, por y para l@s demás.
            Es un libro cruel. Yo sí lo veo así. Pero es posible que sea más cruel para un adulto. No negaré que no es, en principio, el libro que me apetece dar a leer a mi hijo adolescente, tal vez preferiría (no es así) que siguiese leyendo sobre dragones, elfos, etc., pero sí quisiera saber su punto de vista. No el de mi criatura en particular, el de l@s chaval@s de esa edad (escolarizados, claro, hay otros millones de adolescentes que ya están buscándose el sustento y ni infancia han tenido, qué decir de adolescencia).
            Poco escapa a la pila de significados (lo que ha de hacer cambiar de opinión a Pierre Anthon) y nula presencia tienen los progenitores. No son sino la huella de la presión que cada cual ha de resistir y se sabe de ellos tangencialmente, en función de las consecuencias que, en última instancia, se revelan irrelevantes.
            Por lo visto Janne Teller es especialista en resolución de conflictos (ha trabajado en varios paises de África) y así dosifica a la perfección los componentes de esta bomba de relojería que no voy a desvelar. La diversidad está ampliamente atendida, en cuanto a sexo, religión, ideología, etc. Tras cada un@ de los estudiantes se entrevé el grupo al que pertenece. Invito a leerlo y me encantaría saber que dicen l@s protagonistas, aunque, indudablemente, algún@s seguimos llevando nuestr@ adolescente en alguna parte, no nos hemos desembarazado de es@ que fuimos, está dentro, si no en una cajita de cerillas llena de cenizas, como la narradora. 



http://www.rtve.es/alacarta/videos/television/pagina-2-entrevista-janne-teller-nada/1025807/

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