domingo, 29 de julio de 2012

Infancia de Nathalie Sarraute

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INFANCIA
de Nathalie Sarraute
Editorial Folio (francés)
Editorial Debate (castellano)
Dos datos fáciles de recordar, nació con el siglo XX, en 1900, y murió con él. En el 99. Publica este libro en el año 83.
No son muchas las fotos que he podido ver, no obstante, la similitud de las imágenes que circulan de ella, me llamó la atención. En las que mira de frente, tiene una mirada tremenda, implacable, tenaz, inteligente y distante. Sin la más mínima concesión a la coquetería. Buscando por ahí, encontré esta cita suya que alumbra un poco, tanto el planteamiento de Infancia (un diálogo entre la protagonista y su otro yo), como la sobriedad de sus fotos:
“Un retrato mío... Nunca he sacado un libro con un retrato mío. Un retrato es falso. Se construye algo acerca de una apariencia, se resume la vida que es inmensa, compleja, ilimitable. Casi siempre nos sorprende lo que dicen de nosotros y, en general, es falso, porque lo completamente opuesto también parece cierto.”*
Y así se desarrollan estos recuerdos (“Tropismos”**) sobre la infancia. Desde el principio, una voz y su contraria se preguntan sí realmente vale la pena volver a aquella época, por qué, para qué... Y en un juego de discursos contrapuestos, va avanzando un relato donde lo que cuenta, no es tanto la narración de los hechos, como las palabras que los han hecho permanecer dando origen a distintos acontecimientos en la vida de la autora. Palabras ajenas que se fijan y llegan hasta esa niña que recupera Nathalie Sarraute desde sus 82 años. Y es una niña fría que revisita sus antiguas sensaciones al tiempo que las cuestiona. Esta novela de crecimiento infantil termina allí donde empieza la adolescencia y entra en un nuevo mundo que se le antoja seguro, firme: el conocimiento. Es capaz de afrontar el dolor de la infancia que queda lejos, el pudor no ha lugar pues las vivencias son desgranadas de manera objetiva, distante, salomónica casi, pero llegada la adolescencia, la mujer cuya vida diríase que está próxima al fin (¡aún viviría 17 años!), prefiere mantener esas espinas bajo el manto que hasta ahora han tenido
También cada personaje tiene su espejo. Cada recuerdo es confrontado y se encadena a otro que, a su vez, también es discutido y, por qué no, discutible. Así, por ejemplo, frente a una imagen de Vera, su madrastra, como una histérica, de cortas miras intelectuales, inestable, etc., aparece el recuerdo de una joven alegre en su Rusia natal que se siente fuera de lugar entre su esposo y sus amistades. Así cada uno de ellos despliega su imagen y la contraria, reacciona de una manera o de la opuesta y Sasha, setenta años después, despliega lo que recuerda, lo que ahora considera, lo que ha de considerar.
Juego de espejos.
* “Un portrait de moi... Je n'ai jamais fait de portrait dans aucun de mes livres. C'est faux, un portrait. On construit quelque chose autour d'une apparence, on résume la vie qui est immense, complexe, incernable. Tout ce qu'on dit sur nous presque toujours nous surprend, et, généralement, c'est faux parce qu'autre chose de tout à fait opposé apparaît qui est vrai aussi. “º Nathalie Sarraute
** Define N. Sarraute, los tropismos (título de una de sus primeras obras) como "...las cosas que no se dicen, las transiciones, los movimientos fugaces que se suceden rápidamente en nuestra conciencia. Esos instantes, esos estados son la base de la mayor parte de nuestra vida y de nuestra relación con los otros: todo aquello que pasa dentro de nosotros, que no alcanza a ser expresado en un monólogo interior y que es transmitido por sensaciones."
     Tropismos son también los movimientos que hacen algunas plantas respecto a la luz y pueden ser hacia ella o en dirección opuesta. 

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